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Ha fallecido Juan José Ontalva, gran maestro relojero


   El pasado día 28 de Septiembre del 2019 falleció D. Juan José Ontalva, gran maestro relojero a los 89 años de edad.

   Entre muchas otras cosas D. Juan José Ontalva fue quien puso en marcha y restauró el reloj astronómico de Billeter del Congreso de los Diputados.




   Es un reloj de gran valor construido por Alberto Billeter en 1857 en Barcelona; consta de dos cuerpos, en el superior están representados el sol, la tierra y la luna y su posición respecto de las cuatro estaciones; en el inferior, un calendario con el día de la semana, el día del mes, el mes y el año, la hora en España, la ecuación del tiempo, la hora a la que sale y se pone el sol, una representación de la bóveda celeste, tres esferas con el termómetro, barómetro e higrómetro y a los dos lados esferas con las horas locales de veinte ciudades del mundo; la caja es de palo de rosa con incrustaciones de nácar, siendo el ebanista Agustín Moragas.

   El pasado 3 de Abril de este año se habló sobre él en el blog "El eremita", de Manolo Carrasco sobre historia, arte,literatura y actualidad desde Chinchón. A continuación podemos leer la entrada del blog:


   Los más jóvenes seguro que no le conocen; los mayores, si. Es Juan Jose el relojero y debe frisar ya los 89 años. Tenía su pequeño taller en la calle Grande, donde ahora está Bankia. Allí, también su mujer Charo abrió un tienda de moda que llamó “Mazon” y allí también, en el primer piso hubo un Bingo, en el que casi todos podían cantar linea o bingo, pero los premios nunca llegaban a cubrir el dinero que te jugabas.

   Eso debía ser allá por los finales de los años sesenta del siglo pasado. Después se marchó a Madrid, donde su prestigio le llevó al reconocimiento que ha alcanzado una dimensión internacional.

   Era hijo y nieto de relojeros, pero inició su aprendizaje en la Casa Canseco, relojeros, por lo que en Chinchón siempre se le conoció con el sobrenombre de “Canseco”. Esto nos da pie para recordar que el reloj de la Torre de Chinchón es de la casa Canseco, y se instaló en el año 1890.

   En una de las muchas entrevistas que le hicieron en la prensa especializada decía:

   “En mi época, los hijos imitábamos a nuestros mayores. Consideré que mi destino era ser relojero, y lo acepté con mucho gusto. Hoy hay jubilados que, para pasar el rato, juegan al mus. Yo, en cambio, sigo enganchado al oficio", asegura.

   Seis décadas de trayectoria entre manecillas y engranajes son las responsables de que algunos de los (cada vez más escasos) profesionales que siguen activos en la capital hayan pasado por sus manos. Es el caso de sus discípulos de Nuevo Arte de Reloxes (O'Donnell, 28) que, tras el cierre por jubilación de su anterior dueño, abrieron en 1996 esta nueva dirección, especializada en la restauración de relojes antiguos. "El relojero en España siempre ha tenido una serie de problemas que tienen sus raíces en la soledad. Hemos tenido que improvisar, que hacernos a nosotros mismos. No nos ha quedado más remedio", prosigue Ontalva. "Sin escuelas, los que pueden ser maestros, cuando desaparecen, se llevan consigo la experiencia, que es lo único que no se puede copiar".

   En el año 2015, Con más de 60 años como reparador de grandes relojes a sus espaldas, Juan José Ontalva hacía repaso de su carrera y analizaba la situación actual del Sector.  A su juicio, la falta de interés por la formación y la transmisión de conocimientos, harán de la reparación un oficio del pasado.


   ¿Cómo ve el futuro de la formación y de la relojería en España, en materia de reparación?

   Mal, francamente mal. No le veo futuro. Al fin y al cabo, todos los que están trabajando en esta especialidad han aprendido en mi taller -no quiero arrogarme- pero de hecho, si no fuera así, creo que no habría nadie. Los pocos que habían han ido muriendo y los que estamos, estamos en una edad muy avanzada.

   ¿Cómo ha afectado la crisis a este oficio en los últimos años? ¿Cree que se atisba cierta recuperación, desde el punto de vista relojero?

   Pues la crisis ha afectado, pero también afecta el cambio en los gustos de época. En generaciones pasadas no tenían quizá otras apetencias y distracciones, por lo que el coleccionismo estaba al alza. La gente joven de hoy día tiene muchos estímulos, lógicamente se quiere vivir bien y, si sobra un dinero, igual no va hacia el coleccionismo porque tiene mucha competencia. El turismo, por ejemplo, ha sido lo que más ha perjudicado al mercado del coleccionismo en nuestro país.  


   ¿Cuáles han sido los años ‘dorados’ recientes del coleccionismo en España?

   Yo diría que sobre los años 50-60, fueron cuando realmente había disponibilidad de dinero en sectores muy amplios e iban directamente al coleccionismo. Entonces el aficionado tenía otro estilo, tenía las colecciones en casa... Ahora hay que tenerlas en bancos, en cajas de seguridad y entonces, ¿para qué una colección de relojes si no la puedo mostrar?

   ¿Cómo ve el futuro de la reparación de relojes clásicos en España? 

   Apostaría por una escuela de relojería antigua, artesanal. Esa sería mi mayor ilusión, ver cómo se enseña una profesión bellísima, importantísima. El mundo que conocemos no sería posible sin los relojes. La medición del tiempo tiene una importancia tremenda, terrible, para todo. Hay máquinas más llamativas, como el ferrocarril, pero sin los relojes no habría ferrocarril, ni navegación, ni aeronáutica.  Es un deber de todos proteger un oficio tan bonito.

   Juan Jose Ontalva tiene en sus talleres unas de la más importantes colecciones de utensilios y ejemplares de relojería. En el año 1983 hizo una recopilación  de diversos estudios y noticias de la época sobre relojes entre los que se encuentran fotografías y detalles del reloj del Congreso de los Diputados, que fabricó el relojero suizo Billeter en 1857.


   Sirva este reportaje como un humilde reconocimiento a su dilatada trayectoria profesional, en tanto que en Chinchón se le hace el homenaje que se merece, como debería ser norma para todos los que de una u otra forma se distinguen en su vida profesional.


   También os dejo una memoria que se entregó a el dueño de un reloj histórico francés después de ser reparado por D. Juan José Ontalva y D. César Caballero (mi maestro de torno y amigo personal de Ontalva):

El tiempo revolutionnaire 
(Juan José Ontalva y César Caballero)


  La modernidad, entendida como el triunfo de la razón y la lógica sobre la superstición y la tradición, tiene su punto más álgido durante el triunfo de la Revolución Francesa en 1789. El control social a través de constituciones estatales que garantizan la libertad e igualdad de todos los individuos y la separación de poderes, y la creación de estructuras legislativas que impulsen la industrialización frente a una economía feudalista, son los dos paradigmas que resumen la puerta de entrada a nuestros tiempos.

   La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadanos de 1789, La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la ciudadana en 1791, la abolición de la esclavitud en las colonias francesas en 1794 o la instauración de la guillotina -vigente en Francia hasta 1977- para todos los hombres y mujeres sin condición de clase, solo reservada como privilegio, antes de la revolución, como muerte dulce para la nobleza, son la prueba de que entramos de lleno en el mundo contemporáneo.

   En el campo normativo para procurar un desarrollo económico moderno se estudia y se instaura un sistema de medidas nacional que sirva como lenguaje técnico universal para todos los oficios y todas las naciones. En 1793 se elige como unidad la diezmillonésima parte del cuadrante del meridiano terrestre y nace el metro y con él,
el sistema métrico. Nace el litro y el grave, que no es otra cosa que la denominación primitiva del gramo.

   Este sistema métrico se crea en 1795, se hace obligatorio desde 1800 hasta 1814, cuando se produce la Restauración, y queda abolido y vuelto a poner en curso en 1830.

   Con las horas la normalización al sistema decimal se realiza con el decreto de 1793. Se hace obligatorio en 1794 y se abandona completamente en abril de 1795, con la misma ley del sistema métrico. Durante un año y medio estuvo vigente en Francia.
El día se dividía en 10 horas y cada hora en 100 minutos y cada minuto en 100 segundos.

   El calendario republicano decimal tuvo un poco más suerte y duró hasta 1805. Se mantenían los 12 meses pero de duración igual de 30 días cada uno. Se llamaban, para
el otoño, vendimiare, brumaire y frimaire; para el invierno nivose, pluviose y ventose; para la primavera, germinal, floreal y prairial y para el verano, mesidor, termidor y fructidor. El año comenzaba el 22 de septiembre que coincide con el equinocio de otoño, por lo que no se corresponden los días del anterior calendario con el nuevo.

   Cada mes se dividía en tres decades de 10 días. Los días de la decade son primedi, duodi, tridi, quantidi, quintidi, sxtidi, octidi, nonidi, decadi. Los 5 días que faltaban paracompletar los 365 días son los días de fiesta del fin del año revolucionario, los llamados sanculotoides.

   En 1897 los franceses realizaron otro intento de decimalizar el tiempo, por el matemático Poincaré. Propuso mantener el día de 24 horas, pero dividir cada hora en 100 minutos decimales, y cada minuto en 100 segundos. Fue abandonado en 1900.
Mientras que el sistema de medidas de longitud, superficie y peso estaba muy fragmentado, no solo entre países sino entre regiones y comarcas de un mismo país, el 
sistema de medida del tiempo era casi universal desde el tiempo del los babilonios.

   Este es uno de los argumentos para comprender por qué el sistema decimal triunfó en todos los ámbitos con la excepción de la medida decimal del tiempo.

El relojero:

   La esfera viene firmada como Délour a Paris. En los diccionarios sobre relojería de Tardy y Britten este nombre no aparece en su relación de relojeros.

   La única referencia a este apellido como relojero aparece en el libro Le premier tribunal Revolutionnaire Genevois 1794, del autor Edouard L. Bonet.

   El libro hace referencia a la revolución en Geneve, Suiza de 1794 y la composición de los miembros de los tribunales revolucionarios. Uno de ellos es Gaspard-Pierre Alexandre Delor, maestro relojero, ciudadano, nacido en 1753 y fallecido en 1840. Hijo de Pierre Delor, también maestro relojero. Familia originaria de Misoin en Francia, y llegados a Geneve a finales del siglo XVII.


El reloj:

   Monta una máquina tipo parís de 8 días de cuerdas con sonería de horas y medias. De tamaño grande y buena factura en el rodaje y palancas. La sonería es sexagesimal, con rodaje sexagesimal, que mueve el cañón de minutos sexagesimal. El número de alternancias es de 7920 con una longitud de péndulo de aproximadamente 20,5 cm.

   El minutero sexagesimal es el que mueve el rodaje centesimal y a la rueda de horas sexagesimal. Por este motivo al ponerlo en hora es conveniente sólo mover el minutero sexagesimal, el único que lleva cuadradillo, que arrastrará el resto del rodajede la minutería.

Sistema sexagesimal:

   Un cañón de minutos arrastra una rueda de reenvío con 4 dentados. 52, 35, 12 y 6 dientes. Para el sistema sexagesimal, el cañón de minutos de 26 dientes engrana con la rueda de reenvío por los 52 dientes. Esta desde el piñón de 12 dientes engrana con la rueda de horas de 72 dientes.


   O lo que es lo mismo mientras el cañón de minutos sexagesimal da 12 vueltas la rueda de horas sexagesimal da 1.

Sistema decimal:

   Con respecto a la rueda de horas decimales es fácil, ya que dos vueltas de las rueda de horas sexagesimal es una vuelta de la rueda de horas decimal. 10 horas decimales equivalen a 24 horas sexagesimales. El cañón de minutos sexagesimal de 26 dientes engrana con la rueda de reenvío por los 52 dientes. Esta desde el piñón de 6 dientes engrana con la rueda de horas centesimal de 72 dientes.


   O lo que es lo mismo mientras el cañón de minutos sexagesimal da 24 vueltas la rueda de horas centesimal da 1.

   Con respecto al cañón de minutos decimal:

   El cañón de minutos de 26 dientes engrana con la rueda de reenvío por los 52 dientes. Esta desde el piñón de 35 dientes engrana con la rueda de minutos decimal de 42 dientes.


   Una hora decimal, 100 minutos es igual a 144 minutos sexagesimales o 2,4 horassexagesimales. Mientras que el cañón de minutos sexagesimal da 2,4 vueltas el cañón de minutos decimal da 1.


Bibliografía:

Yves Droz & Joseph Flores. Les heures Revolutionnaires. AFAHA 1989.

Edouard L. Bonet Le premier tribunal Revolutionnaire Genevois 1794. 1925.

Britten F.J. Watch and Clock Makers Londres 1896.

Tardy Dictionnaire des Horlogers Français. Vol I. Paris 1972.

Focauult M. Vigilar y castigar Siglo Veintiuno. 2002.

Conversión del sistema sexagesimal a centesimal:

24 horas sexagesimales = 10 horas centesimales.

24 horas x 60 minutos sexagesimales = 1440 minutos sexagesimales.

10 horas x 100 minutos decimales = 1000 minutos decimales.

Relación de conversión:

1440/1000 = 𝟏, 𝟒𝟒

Paso de sexagesimal a centesimal:

Ejemplo 1: Son las 6 horas sexagesimales de la mañana. Las 06:00

Paso a minutos 6 ∙ 60 = 360 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑥𝑎𝑔𝑒𝑠𝑖𝑚𝑎𝑙𝑒𝑠.


   Si una hora decimal tiene 100 minutos, serían las 2 horas 50 minutos decimal.

Ejemplo 2: Son Son las 6 horas sexagesimales de la tarde. Las 18:00

Paso a minutos 18 ∙ 60 = 1080 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑥𝑎𝑔𝑒𝑠𝑖𝑚𝑎𝑙𝑒𝑠.


Si una hora decimal tiene 100 minutos, serían las 7 horas 50 minutos decimal.

Ejemplo 3: Son las 6 horas y 54 minutos sexagesimales de la mañana. Las 06:54

Paso a minutos las horas 6 ∙ 60 = 360 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑥𝑎𝑔𝑒𝑠𝑖𝑚𝑎𝑙𝑒𝑠.

Le sumo los minutos. 360 + 54 = 414


   Si una hora decimal tiene 100 minutos, serían las 2 horas 87 minutos y 50 segundos decimal.

Ejemplo 3: Son las 6 horas y 54 minutos sexagesimales de la tarde. Las 18:54

Paso a minutos 18 ∙ 60 = 1080 𝑚𝑖𝑛𝑢𝑡𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑥𝑎𝑔𝑒𝑠𝑖𝑚𝑎𝑙𝑒𝑠.

Le sumo los minutos. 1080 + 54 = 1134


   Si una hora decimal tiene 100 minutos, serían las 7 horas 87 minutos y 50 segundos decimal.


   Por último decir que su nombre y su trabajo será recordado durante muchos años por un buen número de relojeros y aficionados al mundo de la relojería.

   Mis condolencias y más sentido pésame a su familia y amigos. Descanse en paz.


Enlaces:
Blog de Manolo Carrasco "El eremita".
Escuela de torno de César Caballero "Destempo".

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