Traductor

Visita a la fábrica Luch en Minsk



   Durante las vacaciones de verano he podido disfrutar de una visita guiada a la fábrica "Luch", mítica marca soviética, en Minsk (Bielorrusia).

Ubicacion en el mapa de Bielorrusia 

Bandera de Bielorrusia 

   Gracias a que mi mujer es de ese país y aprovechando que pasabamos las vacaciones con la familia, la comenté mi interés por visitar la fábrica. Es curioso como en nuestro oficio conozco no pocos compañeros que visitan en su tiempo libre lugares relacionados con el mundo de la relojería, pero no conozco muchos oficios más en los que esto suceda.

   Ella con infinita paciencia estuvo informandose y sí, había posibilidad de visitarla, pero debíamos ser cinco personas al menos. Llamó por teléfono, la derivaron a otro teléfono y después de hablar con varias personas y contar que su marido era relojero reparador en España y estaba interesado en visitarles le dijeron que no había problema en ser dos personas sólo. Quedamos en la puerta, el día que nos dijeron, a las diez de la mañana.

   Llegó el día y nos recibió Raisa, una mujer muy amable, trabajadora de la fábrica en administración pero nos confesó que ella era también relojera y que antiguamente para trabajar allí había que hacer unos cursos de formación que la propia fábrica realizaba. También un poco de historia y curiosidades, como que se había construido aquella fábrica para ser la primera de la Unión Soviética en hacer relojes de mujer, que hasta su construcción no se hacían, sólo de bolsillo y caballero.

   Desde 2010, el 80% de las acciones de Minsk Watch Plant pertenece a la compañía suiza "Franck Muller International B.V.".

   Según Raisa en su momento llegaron a trabajar allí casi 14000 personas, actualmente el total de la plantilla es de 780 empleados, la gran mayoría mujeres.







   Lo primero que llama la atención es lo "soviética" que sigue siendo la fábrica, el edificio y los aparatos, muchos de ellos son Suizos, pero son antiguos. Por otro lado todos los troqueles o herramientas que necesitan se las fabrican ellos mismos, incluso las piezas para que esas mismas máquinas sigan en funcionamiento. En ese sentido son casi autosuficientes.






   Trabajan las cajas en tres metales fundamentalmente, latón, acero y titanio, y con diferentes acabados, baños de diferentes metales, satinados, pavonados y un acabado con circonio.



   Las tapas o fondos de los relojes los pueden personalizar con grabado a láser.  Es curioso ver como en la fábrica conviven las tecnologías modernas con aparatos que parecen, a priori obsoletos, pero insisto, siguen realizando su función como el primer día.





   En la zona de fabricación de piezas podría haber cerca de 50 tornos mecanizados, de los cuales estarían trabajando a lo sumo 10, y algunos de ellos ni siquiera en piezas de relojes, ya que actualmente sólo fabrican un modelo de movimiento mecánico. Pero al tener la maquinaria y la mano de obra reciben pedidos de otras empresas que necesitan trabajos de precisión realizados con torno.











   Una de las zonas más curiosas para mí fue la de fabricación de esferas. No sólo hacen las esferas para sus relojes, también hacen esferas para manómetros y diferentes aparatos. Unos de sus clientes más potentes es la fábrica de tractores "Belarus" de Minsk, otra de las industrias por las que es conocida Bielorrusia. 




También visitamos la zona de pulido.



 Y de fabricación de cristales a medida.


   Visitamos también la zona en la que van verificando la calidad de las áncoras y los espirales terminados y van finalizando el montaje de los volantes completos. Según nos explicó Raisa allí se fabrican espirales para alguna marca Suiza, no pude sacarla para cual.






   Por fin llegamos a la fase de montaje de los relojes, la gran mayoría de los modelos montan máquinas japonesas Miyota, incluso los pocos modelos automáticos que tienen también montan máquinas Miyota. En la actualidad sólo fabrican un modelo de máquina mecánica.











   Y por último visitamos el servicio técnico de repareciones. Nos comentó que prácticamente la mayoría del trabajo que realizan es de su marca, aunque pueden traerles de otras, pero que allí es muy difícil encontrar piezas de otras marcas así que si tienen alguna pieza rota o desgastada y no montan Miyota o Luch, lo devuelven sin reparar.




    De camino a la salida comenté a Raisa que me había llamado la atención la avanzada edad de los trabajadores de los tornos y de los mecánicos de la planta, y me explicó que muchos de ellos de hecho están jubilados, pero que son unos "patriotas" de la fábrica y que habían aguantado los peores y más  duros momentos. Que según ella se les pagaba mucho menos de lo que merecían y que no hay relevo generacional, los jóvenes no quieren trabajos sucios, todos los que se acercan a pedir trabajo es para oficinas.

   Pasamos por un edificio nuevo que están construyendo pegado a la antigua fábrica y nos comentó que Ikea, que hasta ahora fabricaba en China, va a empezar a trabajar con ellos para hacer relojes de pared y de sobremesa y que gracias a eso van a trasladarse al nuevo edificio. En algunas de las gigantescas plantas de la fábrica sólo hay uno o dos trabajadores y que iluminar y sobre todo calentar esas plantas en invierno es un desembolso de dinero muy importante.

   Para terminar agradecer a Luch y sobre todo a Raisa la amabilidad que tuvieron en todo momento y decir que fue una experiencia muy curiosa y sobre todo enriquecedora.


Página web de luch (En ruso, bielorruso e inglés).

Comentarios

Publicar un comentario